domingo, 26 de junio de 2016

Marillion. Chapters unfinished.

Mi vida, como la de casi todos, se compone de capítulos. En uno de ellos me hablaban a menudo de la valentía al escribir lo que se pasa por mi cabeza y compartirlo no solamente con familia y amigos, si no con algunos no tan amigos o que se quedan en conocidos. Escribir era, en esa época, una vía de escape, una manera de conducir las ideas o recuerdos que atormentan mi inquieta cabeza. Hacía tiempo que no lo practicaba y ayer volví a tener la necesidad de hacerlo.
Se acerca una fecha de julio marcada en mi calendario. Por fin asistiré a un concierto de Marillion. Un grupo al que conocí en relativa profundidad un poco tarde, pero que por sí solo, ha conseguido llenar de música muchos de los últimos capítulos de mi existencia.
Letras y acordes que se unen de una manera especial y melódica, capaces por sí solos de conseguir que escalofríos recorran mi cuerpo y los pelos (de los brazos o piernas) se pongan de punta. Melodías que desbordan mis sentimientos, cual presa que se rompe,  y que dejan escapar, sin control, torrentes de lagrimas recordando lo que fue y en lo que se quedó, lo que pudo ser y lo que es. En ocasiones me pregunto de dónde he sacado esta facilidad para emocionarme de esta manera y de terminar llorando como un niño...No es algo que haya vivido muchas veces en mi casa, a excepción de estos últimos años en los que se ha ido mi Abuela y en los que he visto a mi Abuelo con la lágrima fácil cada vez que tenía que irme. Despedidas cortas, rápidas, con la sombra bien presente de que quizás fuera la ultima vez en verlo de nuevo, pues la vida sigue cerrando capítulos irremediablemente.
No es la primera vez que hablo de que no es fácil vivir. Muchas veces es una sucesión de golpes. Unos los llevamos mejor que otros y lo que también es cierto es que egoístamente nuestro sufrimiento es el más importante y doloroso, aunque sin duda, en el mundo, ocurren cosas mucho peores.
Pero cómo aislarlos y meterlos en perspectiva?. Yo aún no tengo la fórmula.
Golpes de todos los estilos, colores y sabores. Decepciones, miedos, desgracias, desilusiones, pérdidas...
Y muchos de ellos se aglutinan en mi garganta al ver imágenes en series o películas, al leer libros o escuchar letras de canciones con las que me identifico y que hablan de sueños que quizás nunca cumpla o de momentos que he vivido y que me han dejado una marca dolorosa, una nueva cicatriz, de las que no desaparecen, heridas que jamás dejan de sangrar...Chapters unfinished que ya nunca volverán y que nunca podrán ser cerrados.
Quiero rendirles un modesto homenaje en mi muro publicando cada día una canción, una de esas canciones de las que he hablado. No aptas para sensibles. De hecho, yo mismo debería tener la entrada prohibida en esta representación.
Pero también canciones enormemente bellas, con las que podrías llorar de felicidad, sin dejar de bailar o de besar.
Me hubiese gustado que fuera diferente. Los sueños de ese niño que ayer iba de la mano de su Abuela, siguen ahí, a pesar de todos los reveses.
Te echo tanto de menos que duele.

"You never miss it till it's gone,
So say goodbye, say goodbye..."

viernes, 29 de noviembre de 2013

Vendrán días....

De esos días en los que incluso trabajar te hace sentir bien y que merece la pena lo que estás haciendo, por aquello por lo que te encuentras separado de hogar, familia y amigos. Sólo en mitad de mares y océanos...
Te encuentras con tantas fuerzas que además, eres capaz de ir al gimnasio y hacer ejercicio, escuchando las melodías de Dream Theater, para intentar eliminar o hacer desaparecer los resultados dañinos para tu cuerpo y para tu imagen de tantos meses con pastillas para tu dolor, no para el dolor ajeno...
No paras ahí, limpias y recoges todo, harto de vivir entre polvo, buscando crear un nuevo hábitat...ya que estamos aquí, por qué no hacerlo un poco mejor...
Te duchas escuchando a los grandes Pink Floyd, nada puede pararte. Y mientras el agua cae por tu cuerpo te da por volver a los pensamientos cíclicos en los que imaginas que la vida merece la pena. A pesar de que estas sensaciones aparecen uno de cada cien días.
Hoy tocaba jugar la final de dominó, la final de uno de los muchos campeonatos que se hacen a bordo para simular la intención de hacer más llevaderos todos estos días de tránsito. Después de haber perdido al mus, la racha siguió acorde con el día y a pesar de haber perdido la primera, conseguimos remontar y llevarnos la victoria. En unos días, con una barbacoa por el medio, nos entregarán unos pequeños premios para recordar el hecho...en fin...
Después nos sentaremos a que nos de la brisa del mar, disfrutando de dejar la mirada perdida en la oscuridad iluminada de las estrellas, soñando con lo que tengo tan lejos y quiero tanto.
Por desgracia esos días tienen las horas contadas...pero esta vez comenzaremos la cuenta atrás, ya solamente quedan 22, mi número.

lunes, 28 de octubre de 2013

La vida tiene de todo...

...dice mi gran amiga intentando animarme. Respira hondo, hincha bien el pecho y échalo fuera, a veces viene bien llorar y descargar así...Si se imaginara (aunque una idea tiene), la de ocasiones a lo largo de mi vida en que he engañado mis sentidos de esa manera, siguiendo hacia adelante, hasta el próximo golpe de esta vida...
Aquella noche me llevé mi primer disgusto después de haberme sacado el carnet de conducir. Mi padre, con una lógica y unos miedos, que a mi, por aquel entonces, ni se me pasaban por la cabeza, no me dejaba el coche para acercarme a Benavides a tomar algo con los amigos. La perreta fue de órdago y me refugié en mi habitación para llorar con libertad, maldiciendo todo lo que se agolpaba en mi mente. Se acercó mi abuela y se arrodilló a mi lado, abrazándome y llorando tan desconsolada por verme así, como lo estaba yo.
Mi abuela, siempre a nuestro lado. Siempre a mi lado. Madre de 11 hijos, aunque siempre fui considerado el número 12. Se levantaba más pronto que nadie y se acostaba siempre la última. En una casa de un pequeño pueblo de la meseta leonesa, donde tenías que trabajar de sol a sol para poder sacar adelante a tu familia y poder llevarles a tus hijos un pedazo de pan a la boca. Y todo eso para no salir nunca de pobres.
A pesar de todo ello, siempre tuvo una sonrisa y tiempo para todos y cada uno de nosotros, incluso para todos sus amigos, vecinos y familia.
Tiempo para hacerme los postres que me gustaban, tiempo para remendar y arreglar mis pantalones, tiempo para escucharme, tiempo para sonreírme, tiempo para darme el cariño que te ayuda a crecer feliz.
Tiempo para cantar en misa, para acudir al Rosario, o portar a la Virgen en las procesiones del pueblo.
Tiempo para jugar a la brisca y ser una de las mejores.
Cuántas veces quería jugar conmigo ilusionada y yo me iba al bar o a hacer otras cosas porque yo prefería jugar con los amigos a otros juegos y no a ese "de mujeres". Y nunca jamás se quejó...Ella siempre pensando en todos los demás antes que en ella misma.
Aquella tarde se cayó, no tenía tiempo para tantas cosas, quería abarcarlo todo y así iba con prisa a todos los lados. Resbaló en la cocina y suerte que estaba yo allí para ayudarla a levantarse. Lloraba la pobre y a mi se me rompía el alma. No era su primera caída y ya estaba tocada...Por aquel entonces comenzó su decadencia, rápida y veloz. Y su vida se nos escapaba de las manos más veloz que el agua.
No hay día que no la recuerde. No hay noche que no sueñe con ella. No hay semana que no me despierte entre lágrimas recordando lo que tenía y ya no tengo.
En ocasiones lo hago sin consuelo. Por suerte tengo algunos amigos que me ayudan, tengo una maravillosa familia...Pero me he perdido tantas cosas...siempre fuera...Quién me devuelve a mi todo eso?. Por qué no hay cursos cuando eres pequeño donde te enseñen a valorar lo que es realmente importante en esta vida. Por qué no hay algo que impida que te salgas de lo que merece la pena para que no tengas que llegar a estos puntos en los que echas de menos tantas cosas que podían y tenían que haber sido de otra manera y que finalmente no son.
Por qué enmascaramos nuestras emociones y engañamos a nuestros sentidos creyendo en algo que nunca ha estado ahí...y que ni se le espera...
Ahora, ella se pasa los días tendida en una cama, perfectamente cuidada, pero con su mirada seca, triste, perdida...
Esa mirada que se iluminaba cuando llegaba a Quintanilla, esa sonrisa que me daba calor y cobijo cada unos de los días de mi vida...
Esa mirada que se centraba en todo y en todos y que no perdía detalle...
Tantos días rehúyo acercarme allí...por no verla así...valiente idiota. Quiero recordarla como era, así me engaño a mi mismo. Siento no poder ayudar mejor a mi Madre y Tía en estos momentos...pero realmente es como una medida de seguridad para sobrevivir...
La última vez huí prácticamente para ocultar mis lágrimas pues me iba para Australia para casi cinco meses y te puedes imaginar las cosas que se me pasaban por la cabeza...
Nunca le dije que la quería, como no se lo he dicho a mi Abuelo o a mis Padres...aunque lo sienta. Soy tan tonto que me da vergüenza.
Yo tengo 42 años y no he hecho más que construir valles de lágrimas...para mi y para los demás... Te aseguro que no es aconsejable.
Carpe diem, disfrutad de los vuestros y no dejéis escapar la oportunidad de hacerlo cada día. 
Abuelita, te quiero.

viernes, 11 de octubre de 2013

Giros inesperadamente equivocados.

El insomnio trae recuerdos con una insoportable firmeza. Llegan arrasando y destrozando los débiles diques que, con mucho tiempo y esfuerzo, soy capaz de construir en mi cabeza. La vida pasa inexorablemente y las profecías toman fuerza a cada paso, demostrando que, de alguna manera, no me equivocaba al temerlas...
Me pregunto tantas veces por qué...cómo he podido llegar hasta donde  he llegado, si me lo merezco...si no tiene remedio...
Las malas noticias se agolpan y se lanzan cual tsunamis contra esos maltrechos diques flotando en las lágrimas de mi tristeza y soledad...
Toda una vida desperdiciada...llena de días sin sentido...de giros inesperadamente equivocados...cual carretera de la muerte...

Y hasta tú me has fallado.

jueves, 19 de julio de 2012

When a blind man cries...



If you're leaving close the door. 
I'm not expecting people anymore. 
Hear me grieving, I'm lying on the floor. 
Whether I'm drunk or dead I really ain't too sure. 
I'm a blind man, I'm a blind man and my world is pale. 
When a blind man cries, Lord, you know there ain't no sadder tale. 
Had a friend once in a room, 
Had a good time but it ended much too soon. 
In a cold month in that room 
We found a reason for the things we had to do. 
I'm a blind man, I'm a blind man, now my room is cold. 
When a blind man cries, Lord, you know he feels it from his soul.


miércoles, 15 de febrero de 2012

Diferente no, raro.

Quizás muchos os hayáis dado cuenta de que el momento no es bueno, es más, en mis más de 40 años, pocos han sido esos en los que la felicidad gobernaba mi reino con mano firme. Lo normal es que ese estado durara poco y que el cielo se llenara de nubes borrascosas, las cuales, por otro lado, me encantan. Sí, soy un hombre gris, un "caballero de la triste mirada", como alguien me llamaba en su día, el Sargent Grey de mi buen amigo James...Un tipo que tiene tendencia a la melancolía depresiva, que escogió o fue escogido por un tipo de música que, posiblemente, sea la que transmite mayores y más fuertes sensaciones, pero también la que es capaz de abrirte de par en par, en canal, el corazón, y dejarte expuesto a los designios de la brisa más liviana.
Para muchos he tenido una gran suerte, tengo más de lo que me merezco, no valoro lo que tengo, ya quisieran tantos estar en mi lugar...Pero cada uno conoce lo que realmente le hace daño y aquello que no puede superar...ojalá pudiera ser objetivo conmigo mismo.
Facebook, las redes sociales, bendita y maldita herramienta, me vuelve a recordar que hay gente a mi alrededor que merece la pena, a pesar de no saber o poder disfrutar de ella todo lo que desearía. Y mi sobrino es un trampolín que me lleva a velocidades vertiginosas hacia un sentimiento de orgullo y alegría. Hace tiempo "escribí" en este "blog" (entrecomillo porque así lo llaman y porque, en fin, escribir es mucho decir...) acerca de lo que había supuesto Luis en mi vida. Y cada vez que subo a este mundo una foto de él, y vosotros respondéis como lo hacéis, conseguís que me sienta como el tío más orgulloso del mundo. Os recomiendo encarecidamente esta sensación. A pesar de que esta tarde y las venideras toque foto como la de mi prima Vanessa, y "essa", sí que escribe bien. Espero no haber sido ñoño, ni parecer loco...no digo diferente, digo raro. Os quiero, familia y amigos. Como diría mi cuñado: va por ustedes. Gracias.

lunes, 31 de octubre de 2011

Espíritu Niemeyer...


Espíritu o fantasma...
Casi crecí al mismo ritmo que esta triste y gris ciudad industrial...Al mismo tiempo que decaía la urbe y su bonanza, muchas ilusiones se diluían, como lo hacían mis alergias a través de las molestas rinitis...
Avilés se hundió a la par que mi placer por pasear por y visitar sus calles...
Me fui, como casi todos o la mayor parte de mis quint@s, como dicen en mi pueblo....pero me fui para volver...
A la vez que el Niemeyer, creció mi ilusión y la alegría por cruzar de nuevo sus calles...De pronto ese color gris se convirtió en blanco, amarillo, rojo...y la villa se llenó de orgullo...
La gente de sus casas necesita su orgullo, su símbolo, su esperanza....y esta obra nos la ha dado...
No dejemos que muera....y llenad la plaza y los alrededores no con cinco mil asistentes, si no con cincuenta mil...juntad no mil abrazos, juntad diez mil....
Se trata de Avilés, de nuestra hermosa Villa del Adelantado.
No os equivoquéis de enemigo.